BANDERAS EN TU CORAZÓN...
Ideales qué creíamos perdidos por la miseria de unos pocos
qué enturbiaron nuestros sentidos para tener lugar en la balanza…
Ideales qué creíamos haber encontrado gracias a la miseria
de unos pocos qué enturbiaron nuestros sentidos para tener lugar en la balanza…
Ideales y todo en su nombre y todo en nuestra ignorancia
adquirida por una piel qué se marchita en jardines de otros, de unos pocos, de
esos qué allí nos dan, y allí también nos quiebran, nos descorazonan con su
miseria, enturbiando los sentidos para tener lugar en la balanza…
Luego de ser co-guionista en Leonera y Carancho
(ambas de Pablo Trapero), Santiago Mitre dirige, solo, su opera prima, ya había
co-dirigido en 2005 con Alejandro Fadel, Martín Mauregui y Juan
Schnitman El amor (primera parte).
El estudiante es un film potente, soberbio, dirigido
con una solvencia (y una mirada) tan real como efectiva, un drama con formato
de Thriller en el qué abunda lo documental, un film independiente, sin la mano
en el hombre del INCAA, con libertad (qué viene a demostrar que se puede hacer
buen cine sin apoyo oficial en un país donde si no se cuenta con él no se
trasciende)
El estudiante se adentra, con toda su piel, en el
mundo de la militancia política dentro de las universidades, militancia qué
hasta hace un par de años solo se reducía a ese ámbito y qué con la llegada del
kirchnerismo a la casa rosada, salto (volvió) a la escena grande la política
nacional.
Proyectada en el ultimo BAFICI, esta película no
llego al circuito comercial, solo se proyecto en el Malba y en la sala Lugones
(una lastima)
Con su impronta documental, donde no podemos dejar
afuera una mirada sociológica tampoco, Mitre se adentra en un mundo oscuro,
lleno de traiciones, “roscas” y de más menesteres de la escena política
estudiantil, bah! de la escena política en general.
La historia la vemos en los ojos de Roque Espinosa,
joven y con una mochila acuesta, quien llega de un pueblo a la gran ciudad en
busca de una carrera universitaria, y qué no pasa mucho tiempo en perder ese interés
al ser seducido por la política y sus mieles, por sus luces y su sombras (más
de estas qué de las primeras) y comenzar así un trip del cual se sabe la
partida, pero difícilmente su llegada.
El cine argentino mostró (y con creces) qué es digno
se si mismo, mostró, en los últimos años por lo menos y con una camada de
brillante realizadores, qué esta a la altura de cualquier cine, nada qué
envidiar a nadie y El estudiante es otra clara muestra de esto, fue premiada en
el festival de Gijón (mejor película, guión y premio del jurado joven) y recibió
el premio especial del jurado en el festival de Lacorno, además de quedar
segunda, detrás de Avallay, el hombre sin miedo de Fernando Spiner, en la preselección
para representar a la argentina en los próximos premios Oscar.
Mitre tiene libertad para relatar, esa misma
libertad que tiene los protagonistas para elegir su destino (o no) esa libertad
que tenemos todos de elegir el camino qué transitamos y las elecciones que
creemos conocer, esos venenos que nos rinden frente a nuestros temores, que
muchas veces los oímos cantar y nunca vemos; Mitre entrega un film impecable
(en todo sentido) en si, El estudiante es un film impecable en todo sentido,
excelente dirección y guión buenas actuaciones buena música (Los Natas) y una
mirada mas allá de lo que presentimos y vemos, todo bien redondo (o como
quieras).
El estudiante no es una película política, sino qué
la política es el tema (o la película) ; es apasionada, como la política misma,
un film (un tema) poco frecuente en nuestro cine.
El film cumple con la premisa de “Si el cine no es
documental, es sueño”
Allí, y para siempre, aprendimos que
ciertos fuegos no se encienden frotando dos palitos….
El
estudiante MUY BUENA
Titulo
original: El
estudiante
Origen: Argentina-2011
Genero: Thriller/Drama-120 Min.
Actores: Esteban
Lamothe,Romina Paula,Valeria Correa
Director:
Santiago Mitre
Guión: Santiago
Mitre
Fotografía:
Gustavo Biazzi
Música: Los
Natas
Sinopsis:
El estudiante es Roque Espinosa, un joven del interior que
llega a Buenos aires para cursar sus estudios universitarios. No pasa mucho
tiempo hasta que se da cuenta de que no está ahí para estudiar. Sin vocación y
sin rumbo se dedica a deambular por la facultad, a hacerse amigos, a conocer
chicas. Una de ellas, Paula, una profesora adjunta de la facultad, es quien lo
introduce en la militancia política. Roque empieza a asistir a las reuniones de
su agrupación, a relacionarse con los otros miembros. Conoce a Alberto Acevedo,
un viejo político retirado que se dedica a formar cuadros desde su cátedra en
la Universidad. Junto a él, Roque aprende los códigos de la política y a
manejarse como un dirigente estudiantil, y siente que por fin ha encontrado su
vocación
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