HISTORIAS
MÍNIMAS (Y EXTRAORDINARIAS)
Dos almas extrañas van
a verse hoy
No se habían cruzado
nunca bajo el sol
Y al mirarse así,
sabrán quienes son
Que estaban marcados,
la cuenta empezó…
Para los qué amamos el cine de Carlos
Sorin, para los que disfrutamos de las “historias mínimas”, Las Acacias, ópera
prima de Pablo Giorgelli, es cine, es documental, es una caricia, es una joya qué el cine nos regala y
es un lujo del qué no debemos privarnos.
Las Acacias, ganadora de la cámara de oro en el festival de Cannes mejor ópera prima (entre otros más de 15 premios internacionales), es una road movie en la cual hacemos el trayecto de la frontera con Paraguay hasta Buenos Aires, es un recorrido, como cualquiera, como muchos, donde, desde la cabina de un camión, la piel de Giorgelli muestra a sus personajes, nos muestra a Rubén, a Jacinta y a la pequeña Anahi, nos muestra sus sabores (y sus miedos) sus fracasos y sus silencios, esos silencios qué hacen entrañable a estos personajes, esos silencios qué ingresan en el espectador para alojarse en la piel qué lleva al alma.
Pablo Giorgelli construye esta historia (mínima) desde los parajes (escenograficos y no), sus personajes montados en él como hacedores de las oportunidades qué debemos buscar (aunque lleguen por casualidad), construye el film desde la solides de un guión (escrito junto a Salvador Roselli) y una lente rígida y minimalista al mismo tiempo, donde logra qué se hable por lo que se dice, pero qué se diga, y se sienta, aun más por lo qué no se habla, que hable por lo qué se va engendrando dentro, y los gestos, las miradas, nos logran reflejar como espejos de otros, como espejos propios, ese al que cuesta ver.
Las Acacias es, sin dudas, uno de los mejores film qué dio el cine argentino en 2011 (y más atrás también), es una encantadora historia, donde nos encontramos con el “aquí y el ahora”, con el moverse hacia delante, no por el futuro precisamente, ya qué Giorgelli parece no sobrecargar a sus personajes con eso de “PRE-ocuparse”, si no ocuparse (de ellos mismos) donde el presente (y el pasado también) muevan las fichas, esas qué van dibujando, aunque por azar o juego del destino, nuestro andar.
Las Acacias, ganadora de la cámara de oro en el festival de Cannes mejor ópera prima (entre otros más de 15 premios internacionales), es una road movie en la cual hacemos el trayecto de la frontera con Paraguay hasta Buenos Aires, es un recorrido, como cualquiera, como muchos, donde, desde la cabina de un camión, la piel de Giorgelli muestra a sus personajes, nos muestra a Rubén, a Jacinta y a la pequeña Anahi, nos muestra sus sabores (y sus miedos) sus fracasos y sus silencios, esos silencios qué hacen entrañable a estos personajes, esos silencios qué ingresan en el espectador para alojarse en la piel qué lleva al alma.
Pablo Giorgelli construye esta historia (mínima) desde los parajes (escenograficos y no), sus personajes montados en él como hacedores de las oportunidades qué debemos buscar (aunque lleguen por casualidad), construye el film desde la solides de un guión (escrito junto a Salvador Roselli) y una lente rígida y minimalista al mismo tiempo, donde logra qué se hable por lo que se dice, pero qué se diga, y se sienta, aun más por lo qué no se habla, que hable por lo qué se va engendrando dentro, y los gestos, las miradas, nos logran reflejar como espejos de otros, como espejos propios, ese al que cuesta ver.
Las Acacias es, sin dudas, uno de los mejores film qué dio el cine argentino en 2011 (y más atrás también), es una encantadora historia, donde nos encontramos con el “aquí y el ahora”, con el moverse hacia delante, no por el futuro precisamente, ya qué Giorgelli parece no sobrecargar a sus personajes con eso de “PRE-ocuparse”, si no ocuparse (de ellos mismos) donde el presente (y el pasado también) muevan las fichas, esas qué van dibujando, aunque por azar o juego del destino, nuestro andar.
El alma de la película logra construir
una comunión con el espectador, mediante el amor que va forjándose entre los
tres personajes, ese amor que no nace del encantamiento, sino desde un sitio
más íntimo (y visceral), el de la necesidad (urgencia/miedo) de no estar solo,
de no ser solo.
El film cuenta con una calidad audio/visual impecable y lucida, su fotografía, es parte fundamental de la historia, del guión, de Rubén, de Jacinta… de nosotros, de cada uno. Las Acacias conjuga una sencilla narración con una potente y sólida ejecución; es arte, sencillo y sin rodeos.
El film cuenta con una calidad audio/visual impecable y lucida, su fotografía, es parte fundamental de la historia, del guión, de Rubén, de Jacinta… de nosotros, de cada uno. Las Acacias conjuga una sencilla narración con una potente y sólida ejecución; es arte, sencillo y sin rodeos.
Las Acacias es un trip de escasas
palabras, pero no silencios. Una historia que te impregnan, te enamora, te
perfuma el alma y te rocía los ojos (y el corazón).
…ya llego el momento,
Ya se cruzan los
caminos
Todo se detiene para
ellos dos
La ciudad entera queda
quieta y se congela
Se parara el destino
para verte a vos…
Las
Acacias EXCELENTE
Titulo
original: Las
acacias
Origen: Argentina-2011
Genero: Drama-90 Min.
Actores: German
Da Silva, Hebe Duarte, Nayra Calle Mamani
Director:
Pablo Giorgelli
Guión: Pablo
Giorgelli, Salvador Roselli
Fotografía:
Diego Poleri
Sinopsis:
Rubén es un camionero solitario que hace años recorre la
ruta entre Asunción y Buenos Aires llevando madera. Pero el viaje que está por
iniciar será diferente. Esa mañana, Jacinta llega a la cita una hora más tarde.
Y viene con alguien, su hija de ocho meses Anahí. Para Rubén no es el mejor
comienzo. Con el correr de los kilómetros, la relación entre Rubén, Jacinta y
Anahí crecerá. Lentamente, cada uno irá intuyendo al otro. Ninguno cuenta
demasiado sobre su vida. Ninguno pregunta demasiado tampoco. Es un viaje de
pocas palabras, pero no silencioso. Cuando están por llegar a su destino, ambos
tienen el mismo deseo: que el viaje no termine
-Camera d´Or a la mejor ópera prima del
Festival de Cannes 2011
Semaine de la
Critique-Cannes
-Premio de la Asociación de Directores
Independientes para la Distribución (ACID/CCAS).
-Premio de la OFAJ de la Critica Joven (Asociacion franco-alemana para la juventud)
-Grand Rail D’Or a la mejor pelicula que otorga la UAICF
-Premio de la OFAJ de la Critica Joven (Asociacion franco-alemana para la juventud)
-Grand Rail D’Or a la mejor pelicula que otorga la UAICF
Festival Internacional
de Lima
-Mejor ópera prima
-Premio Signis APC
-Premio Signis APC
Festival de La Habana, Cuba
-Premio Mejor Guión
Inédito, 29 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana,
Cuba. 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario