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jueves, 29 de junio de 2023

Ciclo Babilonia Gaucha

Gratis en la ENERC
viernes y sábados de julio

El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) presentan el ciclo Babilonia Gaucha, inspirado en los libros del recientemente fallecido historiador y crítico de cine Diego Curubeto. Las funciones serán todos los viernes (23 hs) y sábados (22 hs) de julio en el Microcine de la ENERC (Moreno 1199, CABA) con entrada libre y gratuita. La propuesta artística integrada por nueve largometrajes, curada por el crítico de cine Fernando Martín Peña, está dedicada a ilustrar los textos Babilonia Gaucha: Hollywood en la Argentina, la Argentina en Hollywood (1993)y Babilonia Gaucha ataca de nuevo (1998), que exploran las relaciones entre nuestro país y el cine norteamericano. Las proyecciones serán en 35 y 16mm

PROGRAMA
Sábado 1 a las 22 hs
EL CAMINO DEL GAUCHO (The Way of a Gaucho / Estados Unidos, 1952) de Jacques Tourneur
Como ya ha observado Diego Curubeto en su extensa investigación sobre este film, se trata de una versión libre del Martín Fierro, que tiene en su contra el idioma inglés y a su favor una autenticidad absoluta de ambiente, producto de su rodaje en Argentina. En manos de un realizador rutinario podría haber sido una mediocre curiosidad para argentinos, pero como lo hizo el gran Jacques Tourneur, el film se puede integrar cómodamente a la lista de sus excelentes westerns, todos ellos psicológicamente densos y también poco conocidos (Reseña de Fernando Martín Peña)


Viernes 7 a las 23 hs
VIENTO SALVAJE (Blowing Wild / Estados Unidos, 1953) de Hugo Fregonese
El mendocino Hugo Fregonese fue –sigue siendo– el único director argentino que triunfó en Hollywood y realizó allí una serie de films extraordinarios, protagonizados por las máximas estrellas del momento. En Viento salvaje dos petroleros norteamericanos buscan fortuna exiliados en un país latinoamericano, sospechosamente parecido a México. El film tiene algunas filiaciones obvias (El salario del miedo, El tesoro de la Sierra Madre) pero eventualmente levanta vuelo propio gracias a la tensión que se produce entre Gary Cooper y Barbara Stanwyck. Ella quiere revivir una antigua relación entre ambos pero él resiste estoicamente porque ella es ahora la mujer de un amigo. Fiel a sus caracterizaciones para el film noir, Stanwyck interpreta aquí a una verdadera mujer fatal, capaz de provocar el desastre a quienes la rodean (Reseña de Fernando Martín Peña)


Sábado 8 a las 22 hs
DIVORCIO (Unknown Blonde / Estados Unidos, 1934) de Hobart Henley
La “rubia desconocida” referida en el título original es una joven dama contratada por abogados inescrupulosos para promover lucrativos juicios de divorcio. Como los grupos puritanos que presionaban sobre Hollywood (vg. la “Liga de la Decencia”) no querían ni oír hablar del divorcio (y seguramente tampoco de las rubias desconocidas), la película fue incluida en una lista de films que todo católico debía evitar. Fue producida de manera independiente y tiene al argentino Barry Norton entre sus intérpretes más importantes. Norton se llamaba en realidad Alfredo Carlos Birabén y tuvo una carrera promisoria, impulsada nada menos que por directores como Raoul Walsh y, sobre todo, F. W. Murnau. Protagonizó la versión en castellano de Drácula y tuvo un rol breve pero inolvidable junto a Marlene Dietrich al final de Fatalidad (1931). Después su filmografía se prolongó hasta el infinito en papeles imperceptibles: fue extra en más de doscientos films hasta su muerte en 1956 (Reseña de Fernando Martín Peña)


Viernes 14 a las 23 hs
EL BESO DE LA MUJER ARAÑA (Kiss of the Spider Woman / Estados Unidos, 1985) de  Héctor Babenco
La novela de Manuel Puig tuvo éxito desde su primera edición y lo mantuvo luego en una adaptación teatral, una versión musical que llegó a Broadway y hasta una ópera. El productor independiente David Weisman compró los derechos, convocó a Puig para la adaptación cinematográfica y a Héctor Babenco, que había realizado varios films (notoriamente Pixote, la ley del más débil) y era, como Puig, un argentino radicado en Brasil. El rodaje se llevó a cabo en San Pablo y en todo momento fue evidente la entrega total de sus dos protagonistas, que llegaron a ceder sus honorarios para que el film pudiera terminarse. Tras una muy extensa y compleja posproducción, El beso de la mujer araña fue un éxito internacional y tuvo cinco nominaciones al Oscar (ganó uno, mejor actor para William Hurt), algo rarísimo para una producción totalmente ajena a Hollywood. Envalentonado por ese éxito con fuerte componente argentino, Weisman decidió filmar su siguiente producción, Naked Tango, en Buenos Aires, pero le tocó el peor momento de la hiperinflación alfonsinista y no le alcanzó el resto de su vida para arrepentirse (Reseña de Fernando Martín Peña)


Sábado 15 a las 22 hs
LA MISIÓN (The Mission / Estados Unidos, 1986) de Roland Joffé
A comienzos de los años setenta, el guionista Robert Bolt, colaborador de David Lean en Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago y La hija de Ryan, se había interesado en el tema de la expulsión de los jesuitas de sus misiones sudamericanas por orden de la iglesia católica, y preparó un boceto para un argumento original. El asunto tardó varios años en concretarse, pero lo cierto es que en 1984 La misión fue una de las mejores cosas que le pudieron pasar a la provincia de Misiones: no sólo se gastaron unos tres millones y medio de dólares en esas tierras durante el rodaje, sino que la película se convertiría también en una gran publicidad internacional sobre los atractivos de las cataratas del Iguazú. (Texto de Diego Curubeto)


Viernes 21 a las 23 hs
SE CONOCIERON EN ARGENTINA (They Met in Argentina / Estados Unidos, 1941) de Leslie Goodwins, Jack Hively
Durante la guerra mundial, Hollywood envió a la neutral Argentina diversas figuras célebres en calidad de embajadores culturales, como parte de una “política de buena vecindad”. Así llegaron por ejemplo Orson Welles y Walt Disney, y se filmaron algunas películas de ambientación criolla. Sin embargo, éstas indignaron tanto al público local que lograron el efecto inverso al buscado y, en algún caso, produjeron disturbios y daños en los cines. Por eso la RKO no se atrevió a estrenar nunca Se conocieron en Argentina (aunque lo anunciaron), quizá el más ridículo de todos los esfuerzos del Hollywood gauchesco. Hay que decir, sin embargo, que en el elenco había al menos un rioplatense auténtico (el uruguayo Alberto Vila) y un partido de pato filmado con bastante solvencia (Reseña de Fernando Martín Peña)


Sábado 22 a las 22 hs
GILDA (Estados Unidos, 1946) de Charles Vidor
Una intriga ambientada en Argentina con negocios turbios, casinos y nazis prófugos sirvió de excusa para presentar un triángulo de vértices ambiguos entre Rita Hayworth, Glenn Ford y George Macready. Ciertos detalles de ambientación muy precisos (un taxi, un auto policial y cuestiones legales en lo concerniente a la Ley de divorcio) se alternan con disparates usuales (exteriores montañosos para Buenos Aires, la marcha de San Lorenzo cantada a coro para festejar el fin de la Guerra Mundial). Mucho más allá de esos detalles, el encanto del film descansa en la fricción entre Hayworth y Ford (abundante en diálogos de doble sentido) y la sensualidad de un número musical que se volvió justamente (Reseña de Fernando Martín Peña)


Viernes 28 a las 23 hs
BAILANDO NACE EL AMOR (You Were Never Lovelier / Estados Unidos, 1942) de William A. Seiter
Este es un caso legendario en la historia de las remakes. La comedia romántica Los martes, orquídeas, escrita por Sixto Pondal Ríos y Carlos Olivari, consolidó la fama de Mirtha Legrand y se transformó rápidamente en un clásico del cine argentino, pero pocos recuerdan que fue comprada por la Columbia Pictures, transformada en musical y protagonizada por dos de las mayores estrellas de todos los tiempos: Fred Astaire y Rita Hayworth. La trama básica se mantuvo, pero hubo que transformar sustancialmente el personaje femenino que en la versión argentina es básicamente una adolescente soñadora y en la norteamericana una mujer adulta cansada de rechazar pretendientes (hay que tener en cuenta que Legrand tenía catorce años y Hayworth veinticuatro cuando interpretaron las versiones respectivas). La remake norteamericana se realizó en el marco de la llamada “política de buena vecindad” que Estados Unidos tuvo con Latinoamérica durante la segunda guerra mundial, y de la que Hollywood participó activamente (Reseña de Fernando Martín Peña)


Sábado 29 a las 22 hs
TANGO BAR (Estados Unidos, 1935) de John Reinhardt
Entre 1930 y 1931, Carlos Gardel, el mayor intérprete de la historia del tango, había filmado una serie de cortometrajes sonoros en Argentina, bajo la dirección de Eduardo Morera y con producción de Federico Valle. Poco después fue contratado por la Paramount para filmar películas de largometraje, primero en Francia y luego en Estados Unidos. Todo ese material fue concebido por el propio Gardel, su letrista Alfredo Le Pera o por artistas argentinos como Manuel Romero, y su modelo era la dramaturgia tanguera ensayada durante el período mudo por el director José Ferreyra, que se adaptaba a la perfección a la sensibilidad artística de Gardel. Ya en el corto Viejo smoking, uno de los que el cantor había filmado en Argentina, hay un pequeño sketch en el que Gardel “vive” el tango que está por interpretar. De igual modo, sus films posteriores (como Melodía de arrabal, Cuesta abajo o El día que me quieras) son operetas criollas, que integran los tangos a la trama o, mejor dicho, que prolongan en las tramas el universo esbozado en las letras de los tangos. Tango bar responde rigurosamente a esta lógica. Gardel hace alarde de los códigos criollos en una trama de burreros, tahúres y mujeres que pierden el orgullo. Para prologar la historia e indicar la afición del protagonista por los burros (que le cuesta el exilio) canta “Por una cabeza”. Para el gran final, donde alcanza el éxito pero añora la tierra que dejó atrás, elabora un espectáculo teatral basado en el tango “Arrabal amargo”. En esa misma clave funciona también la canción “Lejana tierra mía” y sobre todo el pasodoble “Los ojos de mi moza”, cantado durante el viaje entre los dos continentes, entre inmigrantes españoles que también evocan la patria perdida. Tango bar fue el último film de Carlos Gardel y se estrenó después de la tragedia de Medellín. Fue también su mayor éxito de taquilla. (Reseña de Fernando Martín Peña)


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