Del 4 al 16 de septiembre en la Sala Lugones
Diez largometrajes, en copias 35mm enviadas especialmente desde Tokio, conforman la muestra que se llevará a cabo en la Sala Leopoldo Lugones (Av. Corrientes 1530 - CABA) del jueves 4 al miércoles 16 de septiembre. El ciclo, denominado Seijun Suzuki, iconoclasta y rebelde, sirve de confirmación del estatus de Suzuki como director de culto, reconocido internacionalmente por la manera en que subvirtió desde adentro al sistema de estudios del cine japonés, cuestionando los estereotipos y utilizando los géneros como campos de experimentación visual
PROGRAMA
Jueves 4 A las 15 horas / Viernes 5 A las 18 horas / Sábado 6 A las 15 horas
Carmen de Kawachi (Kawachi Karumen; Japón, 1966) Dirección: Seijun Suzuki
La bella Tsuyuko abandona su hogar luego de haber sido violada repetidas veces durante su último año en la escuela secundaria. En Osaka la joven se transforma en una cantante de cabaret y los hombres caerán rendidos a sus pies. El film fue concebido por Suzuki como una variación libre de la ópera Carmen de Georges Bizet
Jueves 4 A las 21 horas / Domingo 7 A las 18 horas / Domingo 14 A las 21 horas
Marcado para matar (Koroshi no rakuin; Japón, 1967) Dirección: Seijun Suzuki
Hanada Goro es el tercer mejor asesino del crimen organizado en Japón. En su deseo de superación se encontrará con Misako, una mujer misteriosa obsesionada con la muerte, quien le ordenará una misión muy particular. Lejos de la estructura tradicional del cine de yakuzas, Marcado para matar es una pesadilla surrealista de extraordinaria fuerza creativa. Los directivos del sello Nikkatsu, al asistir a la versión definitiva del film, decidieron “prescindir” de los servicios de uno de sus directores más prolíficos y fieles. Para muchos críticos e historiadores se trata de la obra maestra del realizador
Viernes 5 A las 15 y 21 horas / Sábado 6 A las 18 horas
El vagabundo de Kanto (Kantō Mushuku; Japón, 1963) Dirección: Seijun Suzuki
Uno los films fundamentales de la carrera de Suzuki: fiel a códigos ancestrales, un yakuza intentará llevar una vida según las viejas tradiciones, algo nada sencillo en un mundo moderno donde el honor ya no parece tener lugar
Sábado 6 A las 21 horas / Domingo 7 A las 15 y 21 horas
El vagabundo de Tokio (Tokyo nagaremono; Japón, 1966) Dirección: Seijun Suzuki
El asesino reformado Tetsuya, alias "El Fénix", recorre sin rumbo las ciudades de Japón, esperando su propia ejecución. Hasta que un día es llamado por su antiguo jefe para ayudarlo a luchar contra una banda rival
Martes 9 A las 15 y 21 horas / Miércoles 10 A las 18 horas
Senos jóvenes (Aoi Chibusa; Japón, 1958) Dirección: Seijun Suzuki
El cantante pop Akira Kobayashi interpreta a Hiroshi, un adolescente alienado que se enamora de la joven asistente social encargada de seguir su caso. El muchacho se ve involucrado en un siniestro plan que incluye el chantaje de su sensual madrastra Yoko y la explotación de su novia en películas pornográficas. Según el especialista en cine japonés Will Carroll, este extraño melodrama es el mejor de los films del primer período de Seijun Suzuki (1956-1963). El cineasta dirigió una secuela el año siguiente, Senos jóvenes II
Martes 9 A las 18 horas / Miércoles 10 A las 15 y 21 horas
Nacido bajo una mala estrella (Akutarô-den: Waruihoshi no shita demo; Japón, 1965) Dirección: Seijun Suzuki
Jukichi, joven estudiante y trabajador a tiempo parcial como repartidor de leche en su pueblo, empieza a rechazar la dura disciplina y las éticas maneras del instituto para seguir su propia filosofía de vida, y todo ello sucederá mientras debate sus sentimientos entre dos muchachas, la tímida y tradicional Suzuko y la impulsiva y descarada Taneko. Adaptación de la novela de Tōkō Kon
Jueves 11 A las 15 y 21 horas / Viernes 12 A las 18 horas
La bella del submundo (Ankokugai no bijo; Japón, 1958) Dirección: Seijun Suzuki
El honorable gánster Miyamoto sale de prisión y recupera unos diamantes robados que le permitirán reiniciar su vida. Pero las traiciones están a la hora del día y una familia de mafiosos se dispondrá a pisarle los talones en pos de las joyas. La presencia de una joven, hermana de un compañero asesinado, complicará aún más la situación. Rodada en furioso blanco y negro, en formato de pantalla ancha e influenciada por la estética del film noir, La bella del submundo es un verdadero festín visual y la demostración cabal del talento temprano de Suzuki
Jueves 11 A las 18 horas / Viernes 12 A las 15 y 21 horas
El sueño de la bestia (Kemono no nemuri; Japón, 1960) Dirección: Seijun Suzuki
Ueki, respetable hombre de negocios, regresa a su ciudad natal en Japón tras mucho tiempo trabajando en Hong Kong. De repente una noche, desaparecerá sin dejar rastro, lo que lleva a su hija Keiko y a su novio Kasai, un sagaz e intrépido periodista, a iniciar una ardua investigación e inmiscuirse en una intriga de corrupción, tráfico de drogas y asesinatos
Sábado 13 A las 15 y 21 horas / Domingo 14 A las 18 horas
Pistol Opera (Pisutoru opera; Japón, 2001) Dirección: Seijun Suzuki
Como ocurría en Marcado para matar, con un protagonista masculino, aquí una asesina a sueldo se ve enfrentada a sus colegas en una lucha por mantenerse en el primer puesto de su particular profesión. Compendio visual de su obra, Pistol Opera mantiene y potencia todas las constantes de estilo de Suzuki. Lejos del cine narrativo tradicional, el director se entrega a los ritmos de montaje musicales y a la enunciación total del artificio
Sábado 13 A las 18 horas / Domingo 14 A las 15 horas / Martes 16 A las 21 horas
El tatuaje del dragón blanco (Irezumi ichidai; Japón, 1965) Dirección: Seijun Suzuki
Tetsu, un miembro de rango medio de la yakuza, es traicionado por sus superiores y su hermano menor le salva la vida. Juntos huirán a Manchuria, donde intentarán vivir una vida pacífica, pero el pasado, como ese tatuaje oculto debajo de la camisa, volverá para cobrarse las facturas impagas. Uno de los films más influyentes en la carrera de Suzuki –su secuencia final fue homenajeada por Quentin Tarantino en la primera parte de Kill Bill–, es además el título que prefigura la posterior independencia estilística absoluta del realizador. Para el especialista Tony Rayns se trata de “un film de yakuzas tan estilizado como una obra de teatro kabuki: la acción sin sentido es combinada con una parodia del giri-ninjo (el honor del código mafioso) y la violencia se transforma en un acto de lujoso esteticismo”
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