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martes, 3 de septiembre de 2024

Luis Buñuel, el exilio surrealista

Sábados y domingos de septiembre
gratis en el Recoleta

El Centro Cultural Recoleta (Junín 1930 - CABA) propone, con entrada libre y gratuita, para los sábados y domingos de septiembre un repaso a cuatro emblemáticos film del genial Luis Buñuel. se verán Los olvidados, Ël, Viridiana y El ángel exterminador.

PROGRAMA
Sábado 7 /  Domingo 29 a las 19 hs
LOS OLVIDADOS (México, 1950) de Luis Buñuel
Puede verse Los Olvidados como la historia de unos niños y preadolescentes de zonas carenciadas volcados al crimen por supervivencia. Lo es. También incluye otras historias (un niño abandonado por sus padres, una niña abusada) y lo que sostiene el tema principal es la tensión en ese grupo de pequeños criminales, que deriva en lo apasionado y lo trágico. Pero al mismo tiempo, Buñuel narra todo con la distancia y la precisión del entomólogo (disciplina que lo había fascinado de joven y llegado a estudiar), y no obliga al espectador a tener una empatía o una piedad directas por los personajes. Hay algo interesante en el universo de Buñuel: el Mal, o al menos la crueldad, no son ajenos a ningún personaje, no importa su contexto o su edad. De allí que la simpatía del espectador sea fluctuante y que el final terrible del film nos genere, moralmente, más dudas que precisiones. Es Buñuel jugando con nosotros, y ese juego es el que otorga originalidad a una película que, en otras manos, sería apenas una “obra de denuncia”


Domingo 8 / Sábado 28 a las 19 hs
ÉL (México, 1953) de Luis Buñuel
Puede decirse que Él, donde Arturo de Córdova y Delia Garcés proveen dos actuaciones sensacionales (aunque don Arturo figure más tiempo en pantalla) es una sátira no necesariamente cómica. Es la historia de un hombre muy amable y seductor que consigue a una bella mujer y que, poco a poco, se va consumiendo en celos cada vez más peligrosos. La cuestión de dejrarse llevar por la pasión hace del personaje una especie de monstruo. Es, sí, un psicópata, un antecedente temprano del Alex de La naranja mecánica con no poco del Norman Bates de Psicosis, aunque aquí el asunto no va por lo sangriento sino por ver cómo las obsesiones y las pasiones desatadas desarman lo humano. Algo más: no parece ser algo que Buñuel condene, sino una característica que le resulta curiosa y -uno lo sospecha- muy divertida. La tragicomedia alcanza en una secuencia específicamente anticlerical momentos de locura que la acercan al más anárquico cine cómico. Como nadie, Buñuel analiza el costado irracional de quienes parecemos más racionales


Domingo 15 a las 19 hs
VIRIDIANA (España / México, 1961) de Luis Buñuel
Basada en una novela de Benito Pérez Galdós -el nombre del naturalismo literario en España-, Buñuel hace de la historia de la monja que deja los hábitos para sufrir el sometimiento de toda clase de hombres una sátira social descarnada. El personaje interpretado por Silvia Pinal es de una moral y una caridad rígidas. Pero ese comportamiento es, también, una forma de la obsesión que no le permite comprender nada de lo que sucede a su alrededor. Sometida primero por su tío (gran trabajo de Fernando Rey) y luego por un primo (Francisco Rabal), Viridiana incluye una de las secuencias más incómodas para cualquier corrección política y para cualquier devoción religiosa: la cena en la que los menesterosos se terminan apoderando de una casa, con referencia gráfica -y sardónica- a La Última Cena, de Da Vinci. Esas secuencias provocaron un escándalo en Cannes, donde la película representaba a España. Lo que no impidió, claro, que se llevara la Palma de Oro. Por otro lado, es uno de los films más fetichista del tremendo fetichista Buñuel, y de una audacia erótica que desafiaba hasta lo más vanguardista de su tiempo


Sábado 21 a las 19 hs
EL ANGEL EXTERMINADOR (México, 1962) de Luis Buñuel
Esta última película mexicana del realizador, que para entonces ya había realizado algunos films en Francia (La muerte en este jardín) y dos coproducciones anglosajonas (Robinson Crusoe y La joven) es un regreso directo al surrealismo más desatado y un preludio a su obra europea posterior, donde revisa los comportamientos de la burguesía de un modo al mismo tiempo fantástico y frío. Aquí hay un grupo de personas adineradas que, tras una fiesta, no puede salir de una casa, lo que lleva al deterioro progresivo y absurdo de todo comportamiento. Pero hay bastante más: Buñuel lleva todo al extremo y se divierte con y a costa de estas criaturas. Hay ovejas, hay osos, hay crímenes, hay manos sin cuerpo demasiado movediza, hay violencia en las calles y situaciones totalmente incomprensibles. Sobre todo, hay ironía, de la más feroz, incluso superior a la de esa joya del arte de agredir con imágenes que fue su primer largo, La edad de oro. Buñuel en la cima


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