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viernes, 11 de noviembre de 2016

31 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

12 Películas en busca del Astor de Oro

La Competencia Internacional promete las doce producciones que reflejan el espíritu de la cinematografía mundial. Desde directores consagrados hasta operaprimistas, esta selección ofrece un abanico de talento y particulares narrativas. Una selección pensada para abarcar distintas temáticas, estéticas y formas de concebir el cine. En esta edición 31 del festival se podrán observar las nacionales Hermia and Helena, de Matías Piñeiro y El futuro perfecto de Nele Wolhatz, también Jonás Trueba presenta La reconquista. Brasil estará presente con Aquarius, de Kleber Mendonça Filho y Era el cielo de Marco Dutra. El Cristo ciego, de Christopher Murray viene desde Chile, Scarred hearts del rumano Radu Jude es un plato fuerte de la programación, como así también lo es Nocturama, de Bertrand Bonello, y la rusa Paradise, de Andrei Konchalovsky


PELÍCULAS
Aquarius (Brasil-Francia, 2016) de Kleber Mendonça Filho
Clara es una viuda de 65 años y crítica musical jubilada, nacida en una familia rica y tradicional de Recife, Brasil. Es la última residente de Aquarius, un edificio original de dos pisos construido en 1940 en la Avenida Boa Viagem, una zona de clase alta junto al mar en Recife. Todos los departamentos vecinos ya han sido comprados por una compañía que tiene otros planes para ese lote. Clara ha jurado que solo se irá de ahí cuando muera, y entablará una suerte de guerra fría con la empresa, una confrontación que será tan misteriosa como terrorífica y angustiante

El Cristo ciego (The Blind Christ / Chile-Francia, 2016) de Christopher Murray
Un manifiesto sobre la fe en lugares que parecen haber sido olvidados. No por Dios, sino por la indiferencia y desaciertos políticos. El cristo ciegode Christopher Murray aporta al corpus de la Competencia Internacional una desgarradora mirada de las necesidades reales de una comunidad que elige seguir a un hombre que se impone como un salvador moderno, que cruza la Pampa de Tamarugal en busca de un milagro. Con un elenco de no actores, y con el protagónico de Michael Silva –también nacido en la región-, el director chileno logra un llamativo impresionismo visual, que desanda los vericuetos de la fe como refugio para la supervivencia

El futuro perfecto (The Future Perfect / Argentina, 2016) de Nele Wolhatz
Inteligente y sensible, El futuro perfecto, el primer largometraje en solitario de la directora alemana Nele Wohlatz palabrea el universo del desarraigo desde una mirada optimista, frente el pavor de lo desconocido. Quizás desde sus propias vivencias, en una línea delgada entre el documental y la ficción, centraliza su enfoque en el lenguaje como constituyente de la identidad. ¿Quiénes somos si no podemos hacer uso de nuestro lenguaje? En medio de lugares, trabajos y todo el contexto por aprender, la protagonista del film, Xioban, una china que da sus primeros pasos en la inmensidad de la capital de Argentina, balbucea un áspero español frente a una cámara que observa sus progresos y tropiezos, lingüísticos y afectivos

Era el cielo (It was Heaven / Brasil, 2016) de Marco Dutra
Basada en la novela homónima de Sergio Bizzio Era el cielo nos adentra en la mente de un hombre y sus mayores temores. El punto de partida, como un latigazo iniciático, es la violación de su mujer, de la que es testigo. Y bajo la línea de una impotencia aversiva se desencadena un raid que se desdobla entre la búsqueda de la verdad y la contemplación interna frente al horror. Con potentes actuaciones de Leonardo Sbaraglia y la actriz brasilera Carolina Dieckmann, Era el cielo irrumpe con fuerza visual y narrativa para poner sobre la mesa un drama profundo, una ominosa letanía construida sobre los cimientos del silencio, el ocultamiento y las más íntimas vacilaciones

Fuego cruzado (Free fire / Francia-Rerino Unido, 2016) de Ben Wheatley
Estados Unidos, 1979. En un galpón abandonado, un compacto grupo de miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA) se encuentra con una banda de traficantes para comprar armas, con una joven como intermediaria. El negocio está a punto de concretarse cuando algo dispara –literalmente– la situación hacia un infierno de pólvora, tiros y violencia sin fin. Alejándose en tono, género y búsqueda de sus largometrajes anteriores, Ben Wheatley vuelve a cambiar de dirección con destreza, y demuestra que su talento no tiene límites, volviendo a la Competencia Internacional en la que ya participó con Turistas

Hermia and Helena (Argentina-Usa, 2016) de Matías Piñeiro
Midsummer Night´s Dream es el texto latente en Hermia and Helena. La protagonista es Camila, una argentina que viaja a Nueva York con el proyecto de traducción de la obra más famosa de Shakespeare. Pero lo que se despliega en la superficie es un juego narrativo que muestra con fuerte originalidad las vicisitudes de la protagonista que se debate entre amores, deseos y países. Filmada casi en su totalidad en Nueva York, y hablada en inglés, Hermia & Helena se presenta como continuidad y a la vez como renovación de la filmografía del singular director. De increíble factura técnica y con múltiples guiños intertextuales, presenta un universo lírico en el álgido siglo XXI

La reconquista (España, 2016) de Jonás Trueba
El primer amor es ese lugar que promete resguardar la inocencia, la frescura, la esperanza y ese ser que hemos sido. Pero lejos de ese refugio ilusorio, la pareja protagonista de esta historia se encuentra en una Madrid que cobijará una tarde-noche nostálgica. Con aires familiares, de la literatura y el cine, Jonás Trueba nos regala una poética película sobre la fuerza emocional de los recuerdos y la constancia y prepotencia de las vivencias pasadas. Con una cámara intimista que acompaña los inteligentes y sensibles diálogos de un reencuentro predestinado en una carta escrita de puño y letra, La reconquista desata un universo sensitivo y filosófico sobre la permanencia de los amores, los deseos y las pasiones, más allá de los avatares de la vida

Moonlight (Estados Unidos, 2016) de Barry Jenkins
Tratando de descubrir su propia identidad, silenciada en parte por el duro contexto social en el que se va criando, en la pobreza, con una madre soltera y drogadicta, y evitando destacar, Chiron sobrevive. Temprana víctima del bullying, su despertar sexual estará íntimamente relacionado con el cariño, escaso, retaceado. Vertebrándose alrededor de tres momentos clave en la vida de un protagonista afroamericano, Moonlight plantea temas poco habituales, como la masculinidad en la homosexualidad, las cicatrices que endurecen hasta silenciarnos y la asfixiante necesidad de conectar con los demás. En Moonlighttodos somos Chiron, gran logro y acierto de Jenkins, que vuelve a formar parte de la Competencia Internacional con esta poderosa demostración de talento. Uno de los grandes largometrajes del año

Nocturama (Francia-Alemania-Belgica, 2016) de Bertrand Bonello
Un grupo de jóvenes se dirige a distintos puntos del centro de París siguiendo un plan que –se diría– está perfectamente sincronizado. A medida que alcanzan sus objetivos y los relojes avanzan hacia la hora marcada, vamos descubriendo que Bertrand Bonello ha decidido reinterpretar Elephant (la de Gus Van Sant, pero también la de Alan Clarke) para retratar el descontento y el desconcierto de toda una generación que ha optado por dar una respuesta violenta a las injusticias que cree percibir

Paradise (Rai / Rusia-Alemania, 2016) de Andrei Konchalovsky
A partir de tres personajes, Olga, Jules y Helmut, con distinto protagonismo en la Francia ocupada por los nazis, Andrei Konchalovsky despliega un drama con estructura original del horror inefable del Holocausto. En un blanco y negro aséptico, el ya legendario director pone a los personajes a hablar a cámara -en un modelo confesional- y teje una trama que revisiona el genocidio desde las distintas ideologías en pugna. Desde las entrañas de aquellos que fueron, de una forma u otra, partícipes de una parte de la historia negra del siglo XXI, con la potente fotografía de Alexander Simonov, Paradise se presenta con fuerza visual y narrativa como una nueva y singular mirada sobre la crueldad humana, sus orígenes y la posible redención

People that are not me (Gente que no es yo / Israel, 2016) de Hadas ben Aroya
Hadas ben Aroya presenta en Competencia Internacional una película que nace desde la introspección para retratar, solamente desde el "yo”, los mayores temores comunes a toda una generación. La joven directora israelita se pone en la piel de su propio personaje, y logra, en su precisa ópera prima, diseccionar los conflictos, los miedos y las vulnerabilidades universales, desde un guion mordaz, de sensible humor y sarcástica observación. A partir de una cámara cercana e hipnóticos travellings, se construyen climas filosos y sensibles, al ritmo de la banda sonora, que toma un marcado y pertinente protagonismo

Scarred hearts (Inimi cicatrizate / Rumania-Alemania, 2016) de Radu Jude
Radu Jude toma la novela de Max Blecher, Corazones cicatrizados, y construye una película basada en el padecimiento del escritor y poeta rumano. Internado por una tuberculosis de la columna vertebral, Blecher escribe como única forma de escapar del dolor. Emmanuel – alter ego del autor-, obligado por su corset de yeso, se acostumbra a su posición horizontal y descubre el mundo del cuerpo como cárcel y de una juventud retenida en un hospital con cuestionables métodos de curación. En medio de los padecimientos, la vida transcurre entre las limitaciones físicas y el sufrimiento emocional, en una parábola de la finitud humana y los intrincados ejercicios de la mente

“Algunos hablan de películas. Otros, miramos  cine” (vcleblanc)

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