Cine ruso

En Fundación Proa

Durante los sábados de noviembre, ProaCine (Av. Pedro de Mendoza 1929 - CABA) presenta el Ciclo de cine ruso en el marco de la exhibición Kazimir Malevich. Retrospectiva. El ciclo réune un sorprendente e hipnótico conjunto de peliculas seleccionadas por Carlos Muller que marcarón la historia del cine contemporáneo, Aelita (1924) de Yakov Protazanov,  El hombre de la cámara (1929) de Dziga Vértov y Por la ley (1926) de Lev Kuleshovcon, tres películas fundamentales que someten al espectador una profunda reflexión sobre el periodo social y político de rusia, además de ofrecernos un perfíl poetico y filosófico sobre la evolución de la mirada en las artes cinematograficas. Las proyecciones se realizan, todos los sábados de noviembre a las 16 Hs. y la entrada es de $30.-

PROGRAMA
SÁBADO 12/11 - 16 Hs.
AELITA (1924) de Yakov Protazanov

Tras la Revolución Bolchevique de 1917 y la formación de la Unión Soviética, el mundo cinematográfico asiste al despertar del cine ruso. En 1924, un año antes de que se estrene El Acorazado Potemkin, Yakov Protazanov dirigió un politizado largometraje de ciencia ficción: Aelita, Reina de Marte.

Aelita es una película muda dirigida con un reparto conformado por Yuliya Solntseva, en el papel de Aelita, Nikolai Tsereteli como el protagonista Los, y Nikolai Batalov interpretando al revolucionario Gusev. Se basa en la novela homónima del poeta y dramaturgo ruso Alekséi Tolstói, pariente lejano de León Tolstoi. Aelita, la reina de Marte, harta de vivir sometida a su despótico padre, lanza una llamada de socorro a la Tierra. Tras descifrar el mensaje, el ingeniero de la Estación de Radio de Moscú, al que se une el revolucionario Gusev, emprende un viaje a Marte en la nave que ha construido. Los dos ayudan a Aelita a derrocar al tirano, pero, a continuación, también ella implanta un régimen totalitario

SÁBADO 19/11 - 16 Hs.
EL HOMBRE DE LA CÁMARA (Chelovek s kino-apparatom / 1929) de Dziga Vértov

El hombre de la cámara es la película más representativa de Dziga Vértov, parte activa del cine de vanguardia ruso, y cuyas obras experimentales (como esta película) ofrecieron un nuevo modelo de documental.

El hombre de la cámara es una especie de seguimiento a un operador de cámara que filma todo lo que le rodea, y que nos muestra a través de su objetivo (su ojo) la ciudad de San Petersburgo. En este punto, podríamos discutir la vigencia de la objetividad que perseguía Vértov, sobre todo relacionado con ese marcado acento marxista, algo, por otro lado, patente en la sociedad de su época. Pero, más allá de cuestiones políticas, la revolución que supuso la obra de Vértov y su legado (en los años sesenta, la vanguardia francesa, con Godard a la cabeza, fundaron el Dziga Vértov Group, por su cercanía ideológica con las teorías de este) está presente en gran parte del cine experimental posterior, y en diferentes teorías cinematográficas. Incluso se considera a esta película como el prmer videoclip de la historia. El hombre de la cámara es una película modernista, vigente todavía en muchas de sus propuestas, y en la que Vértov consigue plenamente sus objetivos

SÁBADO 26/11 - 16 Hs.
POR LA LEY (Po zakonu / 1926) de Lev Kuleshov

"Po Zakonu" traducida como "Bajo la ley", es una adaptación de un relato de Jack London “The Unexpected”, que se desarrolla en plena fiebre del oro a las orillas del Yukon. Lo más impresionante de esta obra de Kuleshov no es sólo su fascinante estilo visual, sino la forma en la que controla la tensión a través del montaje basado en primeros planos y en la atención en detalles aparentemente insignificantes que la hacen dosificar el suspense hasta el mismo final: el hielo resquebrajándose alrededor de una cabaña solitaria, las orejas de un perro aguzándose al sonido de la música o los restos abandonados de comida en un plato, son precisamente los detalles y los momentos en los que esta película tan atractiva se hace grande. La técnica se basa principalmente en el tipo de montaje que utilizaban varios cineastas soviéticos de vanguardia y demuestra el dramatismo que ese tipo de montaje podía lograr.

Una película que demuestra claramente lo vanguardista y lo libre que fue el cine ruso de esa época. “Po Zakonu” no es solo una película visualmente fascinante sino además una obra donde cada una de las piezas encajan perfectamente y donde sus personajes se mimetizan perfectamente con la naturaleza que los rodea, salvaje e incontrolable, y muchas veces implacable.

“Algunos hablan de películas. Otros, miramos  cine” (vcleblanc)